Joder

Hoy puse a prueba la teoría del séptimo cielo.
Trabajar de angelito en el Paraiso no excluye una que otra caída turística a mundos desprovistos de inocencia.
Atraída cual mosquito por un haz de luz incandescente, me dirigí hoy a ese lugar dónde mandan a que les den por culo a enemigos eventuales.
Los susudichos enemigos no parecían sufrir de su condena. Además el público los aplaudía y les sacaba fotos.

Sentada en mi nube cotidiana, mientras jugaba como siempre a ser Santa Pedra, abriendo las puertas del Paraiso al turista bendecido por un "booking" rompe filas o un número de habitación, mis colegas angelitos me comentaron sobre ese inframundo pirotéctino.

La curiosidad siendo mi primer pecado, dejé mi aureola y me lancé en picado de mi nube. Sin paracaidas ni nada, fui a parar en caminos subterraneos. Perdida como Santa en un burdel, desperté a Dios (Angel Fred) de sus meditaciones para que me diera sus mandamientos:
I- Al metro te dirigirás
II- La línea Roja buscarás
III- En la estación "rambla de algo" te bajarás

...

Dios no estaba de ánimos para iluminar el camino al infierno a ángeles perdidos, pero como es quien todo lo sabe me arriesgue a ser excomulgada.
Recibida mi divina revelación, partí con mi diablo cómplice por los caminos de la perdición.

Encontramos la perdición.
Sin dejar de reflexionar sobre la profunda ironía de aquel estado de Gracia, pagamos el precio y entramos en el antro.

Y vimos.

Vimos mujeres sin paños menores. Vimos juguetes ingeniosos de usos misteriosos. Después vimos sus ilustrativas instrucciones de uso (que por una vez, no estaban en coreano).
Y cual taller carnal de "Hágalo Usted Mismo!", vimos esculturales profesores demostrar en vivo y en directo de dónde vienen los bebés.

Al cabo de dos horas de errar de puesto en puesto como alma en trance (no podíamos decir que estábamos en pena), regresamos a puerto.
Con el ego a veces desgarrado por peligrosas comparaciones, nos consolamos pensando que en verdad no habíamos aprendido tanto y que tantas instrucciones no hacían falta.

Si ya conoces el camino al cielo, las vías alternativas parecen pobres...aunque los desvíos tienen su lado lúdico

Mañana regreso al Paraiso...a recibir la absolución y a contarle a Dios si valió la pena despertarlo

Ave Nerea

Ima Djinn