martes, 24 de junio de 2008

Las Fieras

Ojalá fueran animales las fieras que me persiguen, pero son mas humanas que yo.
El animal soy yo, con el instinto alerta, lista para saltar al vacío por escapar a mis delirios de persecución.
Ya ha pasado tanto tiempo en esa cacería que ya no sé si son ellas las que me persiguen o si soy yo la que va tras ellas.

No tiene importancia...

Lo que sí importa es que tengo el coraje aniquilado. Y cometo crímenes de cobardía...
Y la cobardía deja como un rastro sangriento, que esos demonios olfatean hambrientos.

Y sin coraje no se puede construir nada...se puede soñar mucho.

Así que en esa estamos. En que no sé moverme con la doble contingencia. El misterio de la alteridad me altera.
Me aterra no comprender nada. Entonces pregunto de alguna forma y de cualquier manera me responden con mas acertijos.

¿Estará pensando lo que creo que está pensando?

Me huele que algo anda mal, y es un hedor nauseabundo: "hay algo podrido en el reino de Dinamarca"
Y así es como se cometen suicidios diarios, que seguramente no llevan al Paraiso.

Cuando pienso que alguien me quiere matar, me tiro primero por la ventana...me duele menos porque comprendo mas.
Comprendo que soy una estúpida insegura, pero sé que muero por voluntad propia.

La cobardía y el amor son feroces enemigos, y en mi caso siempre gana la primera. Mas bien, siempre pierdo yo.

No estoy diseñada para estas cosas. Tejer esa relación íntima con otra persona es un enredo. Se me nubla la vista y me lleno de fantasmas. Todo porque de repente importa mas que el otro pueda matarme.

Basta ya.

Mátame de una vez o déjame escapar. Pero no seas esa perfección encubierta, que me recuerda lo tarada que soy y la incapacidad patógena que tengo de amar a otro ser como Dios manda...es decir siguiendo viva.

Yo no sirvo para esto

Soy una mierda perfumada y quiero que me caguen de vuelta...

Por lo menos ser una mierda fresca, tiene mas elegancia.

A dar por culo con estas pelotudeces pendejas, me enferman mis paranoias y tengo que seguir funcionando. Por lo tanto amigo, ábreme la ventana y déjame romperme los huesos contra el suelo. Ese por lo menos sé que existe.

Fieras mías, o me devoran ahora o vayan a ver si estoy en la otra punta de la existencia.
Y tu compadre, si quieres enredarte en mi loca telaraña, dime tus verdades porque sino desentierro con mi olfato descalibrado hasta las mas inverosímiles mentiras. Y me las creo.

Jajaj, Soledad!!! Amiga mía! Dónde te habías metido que te había escondido en mi entrañas y no lograba dar contigo?
Tómame la mano que sin tí me siento rodeada de incertidumbre, y susurrame otra vez tu cómoda melodía.

Marineros de mi alma, media vuelta! Nos vamos a casa antes de naufragar en los bajofondos!
Ya puedo oler ese aroma de mi Tierra

Djinn

miércoles, 18 de junio de 2008

Yo protesto


Protesto por dentro.
¿Por que protesto?
Por capricho, por egoísmo, por inmadurez, por compañerismo, por envidia..
Protesto porque se va Nico.
Y pataleo y me molesta y me quejo y lo publico..

Sinchan de huelga (pero no de hambre)

domingo, 8 de junio de 2008

El Piso del Diablo

I must excuse myself to this fellowship of Latin gods for speaking in this northern language – I know it’s a taboo among our house members. But "I am slow thinking and full of interior rules that act as brakes on my desires"; I’m always prompt to silence and when it comes to speaking, I have this tendency of only enjoying it if I’m speaking professionally.

Please, forgive me my working idiosyncrasies – probably inconvenient, but certainly harmless – and allow in this room a foreign tongue. I’m a misfit not only in this house of Sudacos, but mostly everywhere I go. I belong to all the groups, and to none at all. In every room, I’m used to being the stranger. And if I advertise nothing, I’m also reluctant to hide; sometimes it shows.

In my professional talking activities, I’m already exploring irresponsibly the English market. And even though a huge center of affection somewhere along my soul intensively craves for absorbing Spanish just to join deeper into the world of my dear god companions, I can’t spend my scarce resources diving into a third language marketing. I’m small and my existence has a short fuse – I feel that only a breeze parts me from nothing.

My blog community just grew, and now I must unify this virtual universe in a single tongue inside my mouth.

A man I trust once wrote we are all islands – and that no matter how many bridges we build, the abyss is always there.

Weren’t we, from the beginning, loud gods screaming from the distances of their islands? Aren’t we all united solely by our voices?

I call for you all, and when you scream back, or even when you just listen, you touch me. I’m lonely. I want to speak, when I can turn the words into a leaping pole and get to you; or when I can’t accomplish farther than only trying it, and fall face to the ground.

You are all dear to me, because we touched – and you were all, in your each and only particular way, very friendly towards me. And though I speak an inferior language to your ears, you should know that it fits, for I bow.

I want to touch more. I feel isolated in my room, my earphones, mostly anywhere at all. I want to make more dears friends and companions. And all you, screaming gods, are invited:

www.elpisodeldiablo.blogspot.com

viernes, 6 de junio de 2008

Otra boca abierta, pero esta no es petera

Bueno, bueno, la vulgaridad y el mal gusto han llegado a límites insospechados. Un poco de recato señores, una mica de seriedad, una gota de decoro, es lo que pido.
En 1892, mientras se recuperaba de una enfermedad en Niza, Edward Munch escribió en su diario: "Iba caminando con dos amigos por el paseo -el sol se ponía-, el cielo se volvió de pronto rojo, yo me paré; cansado, me apoyé en una baranda -sobre la ciudad y el fiordo azul oscuro no veía sino sangre y lenguas de fuego-, mis amigos continuaban su marcha y yo seguía detenido en el mismo lugar temblando de miedo, y sentía que un alarido infinito penetraba toda la naturaleza".
De vuelta al lenguaje y su insuficiencia, "El grito" representa para mí un instante inscripto en lo que Jacques Lacan llama el registro de lo real, de lo inefable, esos lugares que el lenguaje no puede alcanzar. El grito de angustia se sitúa en los límites del lenguaje verbal, y lo que no es claro es en qué lado de la línea ubicarlo. El grito de Munch en particular, de un rostro-máscara que pareciera a punto de ser succionado por la zigzagueante lengua de agua, está incluso aún más lejos de la palabra; siempre he pensado que esa pintura representa una escena muda, sin sonidos, un grito que quiere ser grito y, sin embargo, no consigue trascender el mero gesto.


Yiniyán
(Promoviendo el arte en pos del buen gusto)

miércoles, 4 de junio de 2008

domingo, 1 de junio de 2008

Los ojos de Boya

El lenguaje, y por lenguaje no me refiero sólo a combinaciones de letras reguladas según un conjunto de reglas (gramática), nos plantea una paradoja insalvable. Constituye para nosotros, seres humanos, el modo más certero de acercamiento, comprensión y transmisión de nuestra experiencia en el mundo pero, al mismo tiempo, desde que no puede ser más que representación de la misma, nos aleja de ella. Nada de lo que vemos es lo que vemos, sino la representación mental que de ello nos hemos creado y su traducción en algún tipo de lenguaje: verbal, sonoro, de imagen. Los mapas, paradigmáticos en este sentido, organizan nuestra concepción del planeta Tierra. Y aquí la cuestión es de detalle y perspectiva; los continentes están tan lejos unos de otros que, lógicamente imposibilitados de elevarnos y mirar el conjunto en perspectiva, alejamos los bloques de tierra y así, miniaturizados, los plasmamos en un papel.
En el blog de Boya, lucecita coreana que pasó por Downtown, encontré este mapa. Al igual que los nuestros, no es el planeta sino una de sus miles posibles representaciones. Una que no es más ni menos cierta que las otras. Acaso este mapa sea, aquí en este blog, queridos parlantes, queridos humanos, piadosos explicadores del mundo, una espina pequeña, casi imperceptible, clavada en un surco. Y acaso no deberían leerme, ni a mí ni a nadie, y bien podrían quemar sus libros, o utilizarlos para equilibrar la pata de la mesa del salón, y subirse a un árbol, o mirar el mar, porque en cada hoja y cada ola hay más verdad que en todo este sinsentido de blancas letritas.


Yiniyán