sábado, 11 de agosto de 2007

Desahogo

Es natural que yo no haya dormido bien eses días. El ruido nunca me incomodó. El problema son los ensueños malos.

Yo no podría referirme a mis fantasías nocturnas como "pesadillas". No sería justo. Todo lo que yo siempre quise fue estar bien com Laura - y es exactamente eso que ha me acontecido cuando sueño.

Ella aparece sonriendo. Dice que ha me perdonado. Que ya no piensa más en lo pasado... Quiere vivir conmigo. Ella me acepta. Ella me perdona.

Es siempre lo mismo. Siempre la misma gana de llorar... Siempre la misma explosión de sentimientos. Yo no me canso. Entonces quedamos abrazados y, mientras dura ese tiempo vago de los ensueños, yo puedo creer. Pero la mañana viene y yo me despierto de nuevo. Preciso encarar la veracidad de los hechos. Solamente un ensueño...

Pero yo realmente creo, cuando duermo. Creo que ella me perdona y que ahora todo será mejor. De forma que no he dormido bien eses días.

¿Podemos llamar de "Bueno" un placer que causa el mal? Yo duermo pesado, sin interrupciones. Con la cabeza leve, probablemente sonriendo. Creo que todos llamarían a eso de una óptima noche. Pero yo tengo miedo de coger el sueño, porque cuando despierto siento demasiado dolor.

En los primeros días que los ensueños vieran, levanté radiante de la cama y radiante bajé las escaleras, corriendo - aun borracho de sentimientos felices. Creyendo que aquello era un señal; Un presagio, y que Laura había realmente, y finalmente, me perdonado.

Atravieso la casa con alegría. Me voy satisfecho hasta el sótano. Pero, en cuando empiezo a abrir los candados, ya puedo oír gemidos e un llanto bajito del otro lado de la puerta. Mis piernas tiemblan y la tristeza vuelve más fuerte que nunca.

Ya hace casi un año, y ella aun llora todos los días.



:)

1 comentario:

El loco manzanar dijo...

Muy bueno, me hace acordar a Poe.

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